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Características principales

Título del libroLibro ESFINGES DE HIELO de ALBERTO DE AGOSTINI
AutorALBERTO MARIA DE AGOSTINI SDB
IdiomaEspañol
Editorial del libroANDES VERTIGINOSOS
Tapa del libroBlanda
Año de publicación2022

Otras características

  • Cantidad de páginas: 226

  • Altura: 225 cm

  • Ancho: 15 cm

  • Peso: 250 g

  • Con páginas para colorear: No

  • Con realidad aumentada: No

  • Género del libro: Aventuras

  • Subgéneros del libro: exploracion

  • Tipo de narración: Novela

  • Colección del libro: Andes vErtiginosos

  • Edad mínima recomendada: 10 años

  • Edad máxima recomendada: 99 años

  • ISBN: 9789974982024

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Descripción

De Agostini, misionero y explorador, geógrafo y artista, he aquí los rasgos espirituales del autor, el hombre que desde casi medio siglo ha llamado la atención del mundo sobre los ignorados territorios de la América Austral.

Su admirable actividad geográfica explorativa desarrollada en tal largo periodo de tiempo y cuyos resultados están magistralmente descritos en esta obra. En la misma, el autor con su estilo sencillo, elegante y preciso relata sus fatigas y las de sus compañeros en la conquista de los Montes Sarmiento e Italia.


Prologo
Volver a las montañas de la Tierra del Fuego, que durante v tantos años habían sido la meta predilecta de mis exploraciones y viajes, me parecía un sueño.

Y el sueño se hizo realidad en enero del 1956, después de 43 años. Volví pues a la base del Sarmiento, el monte que ya antes me había fascinado con el candor inmaculado de sus eternos hielos y con la terrible majestad de sus cumbres, pertrechado esta vez más que nunca para vencer las dificultades y conquistar la cima.

Pero fue una lucha áspera, sin cuartel, que duró 43 días antes de que el gigante cayese. Como si fuese sabedor del cerrado ataque que lanzábamos contra su cima, parecía que el Sarmiento hubiese llamado en su apoyo a todas las fuerzas adversas de la naturaleza para repeler nuestro asalto y hacer vanos nuestros intentos de escalarlo.


Largas y penosas fueron las jornadas de espera. Las semanas se sucedían ininterrumpidas sin que el manto de nubes, con que tenazmente se envolvía se resquebrajase y dejase al descubierto las inmaculadas cumbres del monte.

Mas la tenaz y atenta constancia de todos los componentes de la expedición triunfaron al fin, y el 7 de marzo la cima oriental del Monte Sarmiento, la más elevada, fue conquistada, con golpe audaz y entusiasta, por Carlos Mauri y Clemente Maffei.

Cayó el coloso de hielo, vencido palmo a palmo, bajo la amenaza y el íncubo del espeso manto de niebla y el latigazo helado del viento, sin que un rayo de sol o un rasgón del cielo azul viniese a alegrar el sobrehumano esfuerzo sostenido por la voluntad indómita de los escaladores.

La escalada de la cima del Italia, efectuada tres días después, el 10 de marzo, por los guías Carrel, Pellissier y Barmasse, coronó nuestras aspiraciones. Estos, que durante cinco semanas habían soportado fatigas y molestias sin cuento con la esperanza del triunfo se vieron obligados a abandonar la amada montaña en busca de otra meta que también nos interesaba grandemente.

Y allí continuaron, con su habitual tenacidad y alto espíritu de sacrificio, su trabajo, logrando conquistar en pocos días otra difícil y fascinadora cumbre.

De esta suerte la finalidad y objetivos principales de la expedición habían sido alcanzados, tanto del lado alpinista como del científico. El profesor Morandini pudo recoger, juntamente con sus colaboradores el ingeniero Decima, geólogo, y el doctor Sperti, fisiólogo, una abundante cosecha de datos y observaciones, que verán la luz en una publicación aparte.

Los relieves topográficos realizados por el mayor Arturo Ayala, del Instituto Geográfico Militar de Santiago de Chile, nos dieron una precisa y particularizada configuración de la región explorada en la vertiente oriental del Mte. Sarmiento, en un mapa con escala de 1: 25.000.


De este modo una nueva aportación científica alpinística vino a enriquecer el conocimiento de la zona montañosa de la Tierra del Fuego. Aportación modesta, sin embargo, si se considera lo mucho que aun queda por conocer en esta interesantísima región andina, tan compleja y llena de panoramas y bellezas naturales, pero erizada también de obstáculos debidos a la continuidad y violencia del mal tiempo. Se diría que este majestuoso templo de la naturaleza, salvaje y virgen, quiere ocultar a los ojos de los profanos sus tesoros de hermosura bajo un denso manto de nubes, entre el furioso soplar de los vientos y de las tempestades. Raras veces sacude su manto de nubes y entonces, como al abrirse de un mágico telón, aparecen, fulgurantes de luz, sus gigantescas esfinges de hielo, sus agujas y pináculos adornados de finísimos encajes de hielo, y sus altares engastados de piedras preciosas, bajo el fondo de un cielo purísimo de cobalto.

Más, por desgracia, se trata casi siempre de una visión breve, excesivamente fugaz, que deja el alma inundada de suave dulzura, pero con un ansia más ardiente de tornar a contemplar espectáculo tan divino.

Cadenas imponentes, centenares de cumbres acorazadas por nieve y hielo, fiordos profundos, vigilados por gigantes de piedra cubiertos de bosques, glaciares inmensos que sumergen sus frentes en el mar, están perennemente velados en la soledad y en el misterio.

Tal vez sea esta la mayor belleza, el atractivo más poderoso de este austero paisaje que conquista los sentidos, levanta y alegra el espíritu en la contemplación de los espectáculos más grandiosos que Dios ha creado.

Después del feliz término de la expedición siento el deber de dar las más expresivas gracias a cuantos han cooperado a su éxito, sea proporcionando los medios materiales, sea acrecentando su valor con el prestigio de su nombre y de su autoridad.

En primer lugar vaya mi agradecimiento al Consejo Nacional de Investigaciones el cual, enterado de la importancia de la empresa, quiso concederle una considerable contribución financiera y su alto patronato.

Igual expresión de viva gratitud vaya al general Rodolfo Bianchi d'Espinosa, al abogado Adrio Casati, al prof. Virgilio Ferrari, al prof. Giordano dell'Amore, al caballero del trabajo Franco Marinotti, al doctor Bruno Lamperti Zanardi y al doctor Livio Montagna, los cuales intervinieron generosamente para reunir los medios necesarios a la realización de la empresa.

Un particular y vivo agradecimiento vaya también al Gobierno Chileno representado por los altos jefes del Ejército, de la Marina y de la Aviación, quienes cooperaron a la actuación de nuestro programa de exploración con aquel espíritu de generosa y espontánea cordialidad que es propia del pueblo chileno.


Ni tampoco puedo olvidar la preciosa colaboración aportada por las autoridades italianas de Buenos Aires y de Santiago de Chile: S. E. el Embajador en Argentina doctor Babuscio Rizzo y S. E. el Embajador en Chile doctor Guido Borga, juntamente con el personal de la Embajada, los que se prodigaron con todo empeño en mi favor, aliviando a un tiempo nuestras fatigas con pruebas de afecto y de aprecio además de los festejos de los cuales conservamos todavía el más agradable recuerdo.

Deseo, en fin, dirigir un afectuoso agradecimiento al amigo Franco Bianco, Vice-Gónsul de Italia en Punta Arenas, que además del aliento de su amistad y autoridad, quiso ofrecernos su valida cooperación como experto piloto de los cielos australes.

ALBERTO M. DE AGOSTINI, S.D.B.


Índice
Prefacio

PRIMERA PARTE

CAP. I - Aspectos de la Tierra del Fuego y estructura de su Cordillera

CAP. II - Nace una expedición

CAP, III - Buenos Aires. Punta Arenas

CAP. IV - Hacia el Monte Sarmiento

CAP. V - La lucha contra los elementos

CAP. VI - Los primeros ataques al coloso

CAP. VII - Paso Brecknock y Bahía de la Desolación

CAP. VIII - La escalada del Monte Italia (por Luis Barmasse)

CAP. IX - La escalada del Monte Sarmiento (por Clemente Mafifei)

CAP. X - Ushuaia y Porvenir.

SEGUNDA PARTE

ANEXO FOTOS COLOR

ANEXO MAPAS COLOR